* ¿Qué pasó con la realización y el final inesperado de Simón del Desierto? Reseña y descarga al final de esta película de Luis Buñuel.
Siempre que se menciona esta película
de Buñuel, se dice que no se pudo terminar porque el productor, Gustavo
Alatriste, se quedó sin dinero. Muchos añaden que de ahí viene ese final tan
brusco que tiene la película. La realidad es que las dos cosas son falsas. Pero
vayamos paso a paso.
El guión:
Aunque Buñuel dijera: Escribí
un guión completo para una película de largo metraje. Por desgracia, Alatriste
tropezó con algunos problemas financieros durante el rodaje, y hube de cortar
la mitad de la película,[1] no
se ajusta a la verdad de los hechos.
La primera noticia que tengo de la
película es una carta de Buñuel a Paco Rabal de 21 de septiembre de 1960 en la
que le dice:
Voy a realizar un sketch para Alatriste y quisiera terminarlo a fines de
Octubre y así estar listo para el viaje. Ese sketch en cuatro rollos refleja
unos días de la vida de San Simeón el Estilita que vivió en Siria en el siglo
V y que pasó treinta años en lo alto de una columna de veinte metros de altura.
Los diálogos serán en latín.[2] (el subrayado es mío)
Cuando Buñuel volvió de Europa tras el
rodaje de Diario de una camarera, Alatriste le propuso
filmar lo que él llamaba “Dos películas libres”, que venía a recordar el
recientemente frustrado proyecto de Buñuel Cuatro misterios. Esta
vez, en vez de cuatro historias serían dos, con dos directores y con Silvia
Pinal, su esposa, como estrella. El de Buñuel estaría basado en la vida de
Simeón el Estilita.
Pues bien, dos meses antes de
empezar dicho rodaje, Buñuel, en carta del 21 de septiembre, le dice a su
amigo Rubia Barcia:
Ahora voy a realizar un sketch en cuatro rollos sobre
San Simeón el Estilita para la solitaria firma de Alatriste del Sur[3].(el subrayado es mío)
El rodaje de la película se realizó entre noviembre y diciembre de 1964.
El productor, Gustavo Alatriste,
declaró: “originalmente se trataba de que tuviera dos partes, cada una de 45
minutos, y dos directores.”[4]
El hermano del guionista, Fernando de
Castro, dijo: Simón del desierto iban a ser tres partes
y como Gustavo Alatriste se quedó sin dinero, lograron alargar el montaje de
una de ellas hasta 42 minutos y quedó así como un mediometraje.[5]
Eduardo Macgregor, que actuó en la
película comentó: el guión original de Simón del desierto era
muy corto, y tengo entendido que Julio Alejandro fue enriqueciendo a última
hora algunos diálogos. A ello se sumaba efectivamente una notable capacidad
improvisadora de Buñuel y una enorme habilidad para integrar cualquier elemento
que pudiera surgir sobre la marcha.[6]
Las escenas no rodadas del guión
original de la película, apenas hubieran alargado esta en cinco minutos o poco
más. Por otra parte, el número de páginas de que consta el guión original de la
película es de 78/79 páginas, mientras que su película anterior Diario
de una camarera, tiene 131 y la posterior, Belle de jour,
127/169) (las dos cifras es porque hay dos ejemplares)
O sea, lo que Buñuel estaba
rodando no era un largometraje, sino un mediometraje.
El rodaje.
Los problemas durante el rodaje de la
película fueron constantes. El primero por el lugar de rodaje, en una zona
semidesértica con un sol implacable. Luego los problemas económicos.
Como éstos se presentaron, desde el
principio, lo que se filmó se filmó a la carrera y con privaciones. Imposible
trabajar con rigor en tales circunstancias. La gravedad con que debía enfocarse
el tema fue suplida por un tratamiento casi totalmente humorístico. [7]
Estos problemas económicos hicieron que
algunas escenas no se llegaran a rodar, sobre todo las de efectos
especiales. Simón del desierto tiene efectos especiales a los que he
tenido que renunciar por falta de medios. Los estudios mexicanos son
inmejorables como locales, pero el material es de hace veinticinco años. Se ha
quedado anticuado. Todo es viejo y la maquinaria chirría. He tenido suerte en
esta última película pudiendo disponer de la grúa. Era indispensable, ya que
Simón pasa toda la película en lo alto de la columna, fijo, y hay una serie de
diálogos con las personas que desde abajo le piden favores. El diablo que viene
a tentarlo sí que se mueve, y entonces la cámara con la grúa podía acompañarle
[…]Hay escenas en que los cielos al fondo de Simón no guardan raccord. En una
misma escena hay nubes y cielo azul. No podía esperar a que hubiese unidad.
Esto apenas se nota tras el trabajo de laboratorio, pero existe. En la
peregrinación necesitaba unas quinientas personas y sólo tuve ochenta. La mayoría
eran inditos en vez de sirios y tuve que ponerlos muy lejos para que no se
notara su raza. Había que falsearlo todo para que pareciese que la
peregrinación era mayor y cubriese la superficie necesaria. He rodado la
película en dieciocho días.[8]
A Buñuel le hubiera gustado darle un
mejor acabado a la película, pero tal y como el dijo: No he tenido
nunca una producción más pobre.[9] Aunque
Gustavo Alatriste era un producto poco serio (en la producción deViridiana emitió
dos cheques sin fondos), Buñuel siempre lo defendió:
Gustavo Alatriste es un amigo…Es el mejor productor que he tenido, pues
gocé de libertad total tanto en la elección de los argumentos como en la
realización. He hecho para su compañía (compuesta por él solo) tres films de
asunto original: Viridiana, El ángel exterminador y Simón
del desierto. En este último trabajo tropecé, en efecto, con grandes
dificultades, principalmente debidas a las deficiencias técnicas de los estudios.
Gustavo Alatriste no ha dejado nunca de satisfacer sus compromisos económicos
ni conmigo ni con los empleados y trabajadores de esas tres producciones. El
hecho de que un día, durante los exteriores, el restaurador se negará a darnos
de comer —cosa que no llevó a cabo—, se debió a su petición de que se le pagará
por adelantado la comida de nuestra gente. Ni el productor ni el jefe de
producción estaban allí cuando eso ocurrió.[10]
El hermano del guionista declaró: “las
razones que dio el propio Buñuel –la película se paró por problemas económicos-
han sido negadas por la mayor parte de los que intervinieron en ella, pero como
–a diferencia de otras ocasiones las versiones de Julio Alejandro [guión], de
Silvia Pinal, de Gustavo Alatriste, y de Gabriel Figueroa [fotografía]-…son
diferentes entre sí, no me atrevo a inclinarme por ninguna de ellas, aunque
parece fuera de toda discusión que fue un rodaje muy conflictivo, y que las
localizaciones estuvieron claramente equivocadas…”[11]
Las escenas, previstas en el guión y
que no se rodaron son:
· Los dos peregrinos a
Santiago de Compostela hablando con Simón-
· Simón frente a una
tempestad de viento y arena.
El frustrado intento de darle la
comunión arriba en la columna.
· Una escena con una
“nube” de moscas.
· La escena de la
nieve.
· La vuelta al desierto y el estallido de la columna (final previsto).
· La vuelta al desierto y el estallido de la columna (final previsto).
Aparte hay también algunos planos que
tampoco se rodaron. De las seis escenas anteriores, cuatro eran con efectos
especiales, igual que algunos planos de los que no se rodaron.
La escena final de la película.
La escena del cabaret/sala de baile con
que termina la película, estaba en el guión original que manejaba Buñuel. No se
improvisó por problemas económicos. Federico Arana, uno de los componentes de
“Los Sinners”, el grupo musical que actuaba en esa escena final dijo: “estaba a
punto de hacer las maletas para largarme a “triunfar” a la meca del rock con
los malhadados Sinners, el administrador del Milleti nos contó que Luis Buñuel
acudiría al café para vernos actuar. Apareció con la puntualidad deseable en
las personas bien nacidas y, de buenas a primeras, nos advirtió que necesitaba
un reventón a gogó para su nueva película. Según me dijo, se llamaría “San
Simeón el Estilita” y estaría estelarizada por quien, andando el tiempo, se
convertiría en suegra de nuestro baterista: Silvia Pinal. Luego de las debidas
consultas, Buñuel seleccionó una pieza instrumental de mi autoría llamada
“Rebelde radiactivo”, número bastante agitado, mordiente y salvaje que habíamos
grabado en RCA un par de años antes, cuando apenas estábamos aprendiendo a
tocar. Por insolvencia económica del productor, la tal pieza dio pábulo para la
abrupta escena final de la película, solo que, dadas las desproporcionadas
pretensiones monetarias del administrador, en lugar de filmarse en el café
Milleti se tuvo que rodar en los estudios Churubusco.[12]
Así pues, antes del rodaje de la
película, ya tenía previsto rodar esta escena en el local Milleti, la canción
“Rebelde radiactivo” con Los Sinners. Lo que cambió fue que se rodó en los
estudios Churubusco, en vez del local, por problemas económicos.
Lo que sí modificó Buñuel, después de
ver a Los Sinners fue el guión. El realizador hizo unas modificaciones en dicha
escena final. En la edición del guión editada por Orion Press escribió[13]:
LA COSA: Tú aquí… ¡Qué sorpresa!
SIMÓN: Hola, diablillo… Siéntate… ¿Esperas a alguien?
LA COSA: Sí… A un idiota… Mi novio… (Aparece el camarero, pero
antes de que diga algo, la Cosa pide.) Una coca cola. (Mira a Simón
de arriba a abajo con aire amistoso.) ¿Dónde has estado, hombre? Hace años
que no te veo. (De pronto, recuerda algo.) ¿Y esa novela
autobiográfica… cómo va?
SIMÓN: ¡Del demonio! Nunca saldrá… ¡Estoy colgado!
(La Cosa replica con fingida solemnidad.)
LA COSA: ¡El mundo ha perdido a un gran escritor! (y después añade
seriamente) Y pensar que tenías tantos ideales… ¡y tan fuertes algunos!
SIMÓN: La chair est triste, hélas! Et j’ai lu tous les livres[14]…
LA COSA (Riéndose.): Ahora no crees ni en ti mismo. Mal asunto,
Simón. (Ve que alguien se aproxima.) Mira… ¡Aquí está mi idiota!
En el guión editado por L’Avant Scène pone lo que se rodó[15]:
LA COSA:¿En qué piensas Simón?
SIMÓN: (alzando los hombros). En nada (hace un
gesto señalando la pista de baile) ¿Cómo se llama este baile?
LA COSA: (panorámica hacia ella, riendo) ¡”Carne
radiactiva”!
Simón frunce el ceño.
LA COSA: Es la última danza. ¡La danza final!...¡La danza final!...
Hace un gesto de repulsión que recuerda sus anteriores exorcismos.
SIMÓN: ¡Vade retro!
LA COSA: ¡Vade ultra!
Un hombre sale de la multitud e invita a la Cosa a bailar.
SIMÓN: Diviértete…, yo me vuelvo a casa.
Simón sentado llama al camarero.
LA COSA: Harías mejor quedándote aquí.
SIMÓN: ¿Por qué?
LA COSA: ¿Dónde irías?...Debes quedarte aquí…
Ella se va a bailar y se vuelve hacia el y dice:.
LA COSA: Más vale que te quedes aquí hasta el final.
Se vuelve a poner a bailar frenéticamente.
Buñuel declaró: No es una
película terminada… como la historia quedó interrumpida, busqué un final que no
fuera Simón rezando en su columna, pues eso ya lo habíamos visto... Me hubiera
gustado darle un mejor acabado a la película. Tuvimos muchos problemas
imprevistos…Se rodó en 18 días. No había más plata para el
rodaje. Entonces cambié el guión en una noche, lo reduje a la mitad y
terminé el filme[16]. (El
subrayado es mío) Como hemos visto hasta ahora, lo que dijo Buñuel no es
totalmente cierto.
Esta escena no era la última en el guión original. Le seguía otra escena en la que Simón volvía al desierto, en la columna había un cartel publicitario y estallaba en pedazos.
Esta escena no era la última en el guión original. Le seguía otra escena en la que Simón volvía al desierto, en la columna había un cartel publicitario y estallaba en pedazos.
La supuesta segunda parte de Simón del
desierto.
Sobre lo que iba a tratar esa supuesta
segunda parte de Simón del desierto se han escrito cosas muy diversas:
· En la segunda parte
—que ya no haré— preveía que Simón —tras haber sido llevado a un club del sur
de Nueva York— era devuelto por el demonio a su tiempo. Allí moría en pecado
mortal, tras sucumbir a las tentaciones de la carne. Esto ya no lo rodaré. Le
dije al productor que si no la presentaba en Venecia la terminaría, pero ahora
ha pasado la oportunidad.[17]
· Sadoul habla de otro
final: el diablo tomaría el lugar del anacoreta en la columna para descarriar a
los fieles. [18]
· Simón vuelve al
desierto y tras su muerte, se desencadenaba una guerra entre dos naciones, que
se disputaban las reliquias de Simón una vez muerto, en ironía (derecho de la
propiedad) que no puede ser más buñuelesca.[19]
· Luego del final
actual, Simón regresa a Nueva York, donde ha estado bailando en la “boite” y se
pone otra vez en lo alto de la columna. Pero ya está en pecado mortal. Simón
baja alguna vez de la columna y es sustituido por el Diablo, al que adoran las
gentes que no saben nada del cambio. Al final de muchos años, Simón se muere en
la misma columna, mientras abajo, los soldados romanos se disputan ya por su
cadáver.[20]
Al parecer, una versión temprana del
guión terminaba la película con un meteorito aplastando a Simón sobre su
columna acabando con él.
· Simón debía terminar
en una columna más grande, de veinte metros, al lado del mar, donde llegaban
los jerarcas de la Iglesia.[21].
Me hubiera gustado terminar con la muerte de Simón senecto en lo alto de una
columna de veinte metros.[22]
· Una visita
(histórica) del emperador de Bizancio.[23]
Después del rodaje.
Después del rodaje.
Como ya hemos visto, originariamente la
película era un mediometraje. De lo que no estoy seguro es si iban a ser dos o
tres partes en un principio.
Unos días después de haber terminado el
rodaje Buñuel le escribió a Paco Rabal, 11 enero 1965: He terminado el
film con cinco rollos que resulta ¡vive Dios! extraño a placer y es posible que
lo complete hasta darle un metraje normal de hora y media. Veremos.[24]
Al tener la película 5 rollos le que
faltaba otro mediometraje que la complementara, para hacerla proyectable en los
cines: Le pedí a Alatriste que si quería podía convertirlo en diez, con
tal de que no la presentase, como así lo hizo, al Festival de Venecia de 1965.[25] Incluso
se ofreció para terminarlo de forma gratuita.
En junio de 1965, antes de que la
película se presentara en el Festival de Venecia, Gustavo Alatriste dijo:
originalmente se trataba de que tuviera dos partes, cada una de 45 minutos, y
dos directores. Para la segunda se había pensado en Vittorio De Sica y,
después, en Stanley Kubrick, pero finalmente no pudo hacerse con ninguno. La
posibilidad de que esta segunda mitad se realice es incierta, así como lo son
también los planes y la posibilidad de llevarla al festival de Venecia de 1965.[26]
Buñuel declaró: Simón la
he dejado en cuarenta y cinco minutos por problemas económicos, pero también
porque al ser una historia lineal podía terminar ahí... Le dije al productor
que si no la presentaba en Venecia la terminaría, pero ahora ha pasado la
oportunidad[27].
¿Por qué no rodó Buñuel la segunda parte de Simón
del desierto?
¿Por qué no se rodó esa segunda parte a
la que se ofreció Buñuel, para llegar a los 90 minutos y facilitar su
distribución?
Aquí entra en escena un nuevo
personaje: Silvia Pinal. Con motivo del lanzamiento del DVD de la película en
la colección Criterion, aparecía en el disco de los extras una entrevista con
Silvia Pinal. En el análisis que Tim Lucas hizo de este lanzamiento en la
revista Sight and Sound de abril de 2009 lo cuenta así:
“Buñuel siempre dijo que [el productor Alatriste] se quedó sin fondos,
pero aquí [Silvia] Pinal asume la culpa, explicando que se había enamorado de
la película de episodios Ayer, hoy y mañana (1963) de
Mastroianni/Loren y propuso a su marido y Buñuel que colaboraran en una
película de episodios para ella. Buñuel estuvo de acuerdo, pero sugirió que
encontrara otros dos directores importantes a cargo de los otros dos episodios.
Su primera elección, astuto diablo, fueron Fellini y Jules Dassin, a quienes
les encantó la idea pero preferían trabajar con sus propias esposas, Giulietta
Masina y Melina Mercouri –como él debía saber que ocurriría. Obviamente
divertido, Buñuel sugirió a Pinal que se retiraba, para que su marido pudiera
dirigir su episodio. Con la intención de que el proyecto fuera para su
lucimiento, y ofendida por la falta de apoyo de Buñuel, Pinal retiró su apoyo a
la película [Simón del desierto]. La historia no solo suena a convincente, sino
que suena a propia de Buñuel.
Conociendo el sentido del humor de
Buñuel, la historia tiene todos los visos de ser verdad. Además Silvia Pinal
(recordemos, la esposa del productor Alatriste), no se iba a echar la culpa si
no la tuviera. El resto de la historia ya lo conocen. Alatriste presentó la
película en el Festival de Venecia, le dieron el León de oro y una vez que la
película ya había sido exhibida, Buñuel no quiso saber nada de ella.
En el mismo sentido apuntan unas declaraciones de Gabriel Figueroa: "Ese fue un mal plan del productor. En principio queria hacer tres cuentos, uno con Fellini, otro con Bergman y otro con Buñuel. Si él hubiera propuesto eso desde el principio, quizás habría salido bien. Pero lo hizo cuando Buñuel había hecho el suyo y los demas ya no quisieron entrar...La película era muy corta. Nunca hubiera podido dar para una hora y media."[27a]
En el mismo sentido apuntan unas declaraciones de Gabriel Figueroa: "Ese fue un mal plan del productor. En principio queria hacer tres cuentos, uno con Fellini, otro con Bergman y otro con Buñuel. Si él hubiera propuesto eso desde el principio, quizás habría salido bien. Pero lo hizo cuando Buñuel había hecho el suyo y los demas ya no quisieron entrar...La película era muy corta. Nunca hubiera podido dar para una hora y media."[27a]
¿Se ha pensado completar el film con
otro episodio?
Sí. El productor quiere llegar al metraje normal con otra visión
complementaria de un mundo parecido. Se han hecho gestiones con Kubrick…
Welles…De Sica. El único que creo capaz de hacer algo que pudiese ir con Simón
sería Fellini.[28]
“Alatriste no era persona de fiar, siempre demoraba la liquidación de
honorarios y se escondía para no pagar a los acreedores...A cambio, nunca
interfería en el guión de una película; simplemente no quería enterarse de qué
iba la cinta, ni preocuparse por ello.”[29]
La poca seriedad de Alatriste “nunca afectaron a la lealtad personal que
Buñuel sentía por Alatriste, capaz siempre de fascinarlo con alguna salida
extravagante...Buñuel decía: Debo reconocer que su trato conmigo ha
sido siempre impecable...Me pagó quinientos mil pesos para hacer una película
que en aquel momento me agradaba mucho. Y no la hicimos. Por eso hiceSimón
del desierto para él sin cobrar nada a cambio.”[30]
[1] Agustín Sánchez
Vidal: Luis Buñuel (Cátedra). Pág.: 80
[2] Pedro Guerrero
Ruiz (Ed.):Querido sobrino. Cartas a Francisco Rabal de Luis Buñuel, Pre-Textos,
pág. 32.
[3] José Rubia
Barcia: Con Buñuel en Hollywood y después, Edicios do Castro, 1992, pág.
88.
[4] Lucas en Variety (16
de junio de 1965), en: Emilio García Riera : Historia documental del
cine mexicano, IX. Pág.: 147
[5] Fernando
Castro: Luis Buñuel y Julio Alejandro. En: Nickelodeon... Pág.:
150
[6] Eduardo
Macgregor : En torno a Buñuel. Pág.: 333
[7] Francisco
Sánchez: Siglo Buñuel, Conaculta, México, 2000, pág. 118
[8] J. Cobos y G.
Erice en Griffith, n° 1, 1965. Tomado de Nickel Odeon,
nº 13, invierno 1998, pág. 113
[9] Carta de Buñuel
a Muñoz-Suay, 7/3/66. En: Ricardo Muñoz-Suay: Correspondance avec Luis
Bunuel. Pág.: 194
[10] Carta de Luis
Buñuel a la revista Nuestro Cine. Tomado de Manuel López
Villegas, Escritos de Luis Buñuel, Páginas de espuma, 2000, pág.
207-8
[11] Antonio Castro : Evolución y permanencia de las obsesiones en
Buñuel.En : Obsesión es Buñuel. Pág.: 369
[12] Federico Arana:
Este país. Cultura, 1/11/2013. http://estepais.com/site/?p=48824
[13] Luis
Buñuel: Three screenplays: Viridiana, The Exterminating Angel, Simon of
the Desert, The Orion Press, New York, 1969, pág. 244.
[14] ¡Desgraciadamente,
la carne es débil! Y he leído todos los libros.
[15] Luis Buñuel:
Spécial Bunuel: La voie lactée, Simón du désert, l’Avant-Scène, cinema, nº
94-95, juillet-septembre 1969, págs. 86-91.
[16] Manuel
Michel: Entrevista con Luis Buñuel. Pág.:64
[17] Cine Cubano,
n° 78-79-80, 1972 (Tomado de Luis Ballabriga Pina: El cine de Luis
Buñuel según Luis Buñuel, Festival de cine de Huesca, 1993, pág
224)
[18] Agustín Sánchez
Vidal: Luis Buñuel. (Ed. J.C.)
[19] Agustín Sánchez
Vidal: Juan Larrea y Luis Buñuel. Convergencias... Pág.: 143
(nota)
[20] Ricardo Muñoz
Suay : En torno a Buñuel Pág.: 598
[21] Manuel
Michel: Entrevista con Luis Buñuel. Pág.:64
[22] Carta de Luis
Buñuel a la revista Nuestro Cine. Tomado de Manuel López
Villegas, Escritos de Luis Buñuel, Páginas de espuma, 2000, pág.
207-8
[23] Agustín Sánchez
Vidal: Luis Buñuel (Cátedra). Pág.: 80
[24] Pedro Guerrero
Ruiz (Ed.):Querido sobrino. Cartas a Francisco Rabal de Luis Buñuel, Pre-Textos,
pág. 53.
[25] Carta de Luis
Buñuel a la revista Nuestro Cine. Tomado de Manuel López
Villegas, Escritos de Luis Buñuel, Páginas de espuma, 2000, pág.
207-8
[26] Lucas en Variety (16
de junio de 1965), en: Emilio García Riera : Historia documental del
cine mexicano, IX. Pág.: 147
[27] Juan
Cobos: Entrevista con Luis Buñuel. Griffith, nº. 1. Junio de
1965.Pág.:402
[27a] Antonio Castro: Entrevista con Gabriel Figueroa, Dirigido por..., nº 258, junio 1997, pág. 58
[27a] Antonio Castro: Entrevista con Gabriel Figueroa, Dirigido por..., nº 258, junio 1997, pág. 58
[28] J. Cobos y G.
Erice en Griffith, n° 1, 1965. Tomado de Nickel Odeon,
nº 13, invierno 1998, pág. 114
Publicado originalmente en:
https://lbunuel.blogspot.com/2014/01/que-ocurrio-con-simon-del-desierto.html
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